Por Fabián Reato
El libro, publicado por la Editorial Municipal Paraná y Ediciones La Ventana, es un minucioso compendio del desarrollo de las bellas artes en la ciudad de Paraná y su región. Va desde sus orígenes como un caserío en la lomada cruzando el río desde Santa Fe, pasando por su transformación como capital de la Confederación y constitución de ciudad episcopal, hasta la década del 40 del siglo XX. Pero el lector se encuentra con algo más que un estudio sobre el arte pictórico, ya que como trasfondo se despliega la historia de la ciudad, su evolución y constitución como centro urbano y la conformación de su sociedad.
Marcelo Olmos tiene una sólida formación y un recorrido profesional constante y reconocido. Arquitecto de formación académica, docente y director por concurso nacional de dos museos de la región: el Provincial de Bellas Artes de Entre Ríos Dr. Pedro E. Martínez, y del Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, de Santa Fe. Además de escritor de artículos y libros sobre la materia, también tiene una producción literaria (fue Premio Fray Mocho 2003 en la categoría Cuentos). Esa trayectoria se ve plasmada en esta publicación además de una minuciosa investigación en hemerotecas y archivos de todo tipo.
Desde los pintores-viajeros europeos que recorrían el territorio provincial para retratar a militares, caudillos y batallas, hasta Quirós, el pintor de la Patria. Pasando, mientras tanto, por la construcción de los edificios emblemáticos de la ciudad, como la Catedral, y también sus monumentos. El capítulo dedicado a Cesáreo Bernaldo de Quirós es particularmente interesante y revelador de la personalidad de este artista de enorme talento, que fue el preferido por la crítica y los diletantes de todo el país en la década del 40. Olmos cuenta en detalle el naufragio del proyecto de la famosa Casa de Quirós, en El Brete, la polémica pública que se generó en su momento y la frustración del pintor, como así también el derrotero de su serie de cuadros Los Gauchos (que en principio Quirós prometió donar a la Provincia y que finalmente no incluyó en su testamento).
También se desarrolla en este libro la génesis del Museo Provincial de Bellas Artes y muestra la tenacidad de Pedro Martínez para impulsarlo; el semillero de talentos que hubo en el siglo XIX en el sur de la provincia (especialmente Gualeguaychú y Gualeguay), la formación de la Escuela de Bellas Artes y la persecución que sufrió el escultor Israel Hoffmann de parte de un interventor militar de la provincia con su legislación antisemita.
Esta obra es útil para los estudiantes e investigadores por el ordenamiento y sistematización de mucha información que estaba dispersa y con riesgo de perderse, pero también resulta atractiva y accesible para el lector común interesado en conocer más de la historia de nuestra ciudad y acercarse a ese pasado reciente, aunque no bien recordado.